La Abogacía es una carrera del área del Derecho, y es una de las profesiones más antiguas de la historia, que abarca conocimientos multidisciplinarios en las áreas de sociología, economía, leyes, filosofía e historia, enfocándose en el conocimiento de las normativas de cada nación y sociedad. Para ser abogado, no solo basta con poseer una inclinación hacia las leyes y la justicia, sino que es necesario formarse en el sector y contar con ciertas habilidades para su desempeño.
El abogado es un profesional dedicado al asesoramiento legal de clientes o empresas. Los abogados poseen un gran conocimiento de las leyes y, en función a ellas, trabajan informando a sus clientes sobre sus derechos y obligaciones en diferentes situaciones legales y procedimientos cívicos o judiciales, garantizándoles en el proceso una óptima defensa y asesoramiento. En sus funciones, el abogado debe responder al cliente y sus intereses, colaborando a su vez con la búsqueda del bienestar social.
La profesión de Abogado puede ejercerse de muchas maneras y en diferentes áreas, pudiendo trabajar como abogados de oficio o litigantes, consultores, jueces, magistrados o incluso como docentes, en el área de la educación.
Habilidades necesarias
Aquellos que estén interesados en convertirse en Abogados, deberán ser personas con un perfil analítico y con una gran capacidad para lidiar con la incertidumbre. Entre las habilidades esenciales de esta profesión, podemos destacar la capacidad para negociar con eficacia, la persuasión, poseer una gran capacidad para adaptarse a los cambios y saber defender su postura con sólidos argumentos, de manera de poder convencer a los otros.
Los abogados que quieran destacarse en su sector tienen que ser personas perseverantes y con buenos modales, capacitados para cuestionar los supuestos y sacar conclusiones de cada situación. Pero además de estas habilidades, deberán poseer sólidos conocimientos académicos sobre las normativas existentes y la sociedad.